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Ruth Chaver Padilla
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sábado, 30 de abril de 2011

HISTORIA DE HONDURAS

Historia de Honduras




Honduras ha sido habitada por muchos pueblos aborígenes desde hace más de once mil años, el occidente fue habitado por los mayas, el oriente, la parte suroccidental fue habitada por los lencas, la parte norte por los tulipanes y el territorio noroccidental por los Pech, todos estos grupos sociales mantenían relaciones comerciales entre sí y con otras poblaciones tan distantes como México y Panamá. Cuando los conquistadores españoles llegaron en el siglo XVI comenzó una mezcla de culturas, posteriormente la independencia de Centroamérica y la formación del estado de Honduras.
Historia pre-colombina de Honduras
Estela H en Copán
             

Antes de la Conquista española, Honduras estaba habitada por pueblos que se caracterizaban por dos tipos culturales diferentes, formado como producto de las migraciones que poblaron el continente americano, en la época precolombina. Las culturas Maya y Azteca, estaban regidas por el llamado "modo de producción asiático", cuya característica más sobresaliente era la existencia de una economía "sedentaria", basada en la producción agrícola, con relaciones de producción de carácter colectivo centralizadas en un poder único que era ejercido por un conjunto de funcionarios civiles, religiosos y militares. Por lo tanto, no eran sociedades igualitarias. La división de clases se establecía entre los que ejercían el poder y la mayoría del pueblo.
Estas culturas alcanzaron grandes progresos en los diversos campos del conocimiento humano, impulsados por el desarrollo de una variada agricultura (frijol, cacao, chile, etc.) y contaban con grandes sistemas de riego. De esta manera garantizaban una alimentación adecuada para sus numerosas poblaciones. Además aplicaron técnicas de gran perfección en los tejidos y la cerámica. Desarrollaron un intenso y variado comercio. Alcanzaron un alto desarrollo científico en las matemáticas y la astronomía; además de la arquitectura y la escultura, que emplearon en la construcción de de grandes ciudades.
En la sección nor-occidental de Honduras, predominaban los pueblos con influencia azteca, como los náhuatl, que habitaban en el valle de Naco y Trujillo; los chortis grupo mayance localizado en Cortés, Copán y Ocotepeque y los lencas, que se extendían por los departamentos de Santa Bárbara, Lempira, Intibucá, La Paz Comayagua Francisco Morazán y Valle y parte de lo que hoy comprende el territorio de El Salvador
El resto del territorio hondureño estaba habitado por pueblos provenientes del sur del continente, con una cultura nómada y semi-nómada, regidos por relaciones de producción comunal primitivas. Entre estos pueblos se encontraban xicaques, pechs tawahkas y misquitos que, en su conjunto, formaban la mayoría de la población del país. Fue hasta después de la segunda mitad de 1700 que se conformaron otros grupos étnicos, a lo largo de la zona costera del litoral Caribe: los garífunas y los negros de habla inglesa.
La población más numerosa la constituían los lencas quienes, al momento de la llegada de los españoles, era el más extendido y organizado de los grupos del país...habitaban en poblaciones de considerable tamaño, con un promedio de 350 casas y mucho más de 500 pobladores Aunque existen polémicas científicas sobre la descendencia y origen de los lencas, de acuerdo a Rodolfo Barón Castro, son los restos directos herederos de los mayas, que no siguieron el éxodo que dio fin al Antiguo Imperio. A la llegada de los españoles, se encontraban establecidos en el territorio que hoy comprenden las Repúblicas de El Salvador y Honduras."
El área maya comprende lo que en nuestros días son los países de Honduras, Guatemala, El Salvador y México. Los mayas florecieron en estos países en los primeros 15 siglos de la era cristiana Causas desconocidas hasta hoy, provocaron el abandono y la destrucción de Copán y otras ciudades mayas, que en la época de la conquista española ya no eran más que ruinas. Hambre, pestes, guerras internas se han se han propuesto como las causas del abandono.



Descubrimiento y Conquista de Honduras
Representación de Cristóbal Colón a su arribo al continente Americano
Cristóbal Colón, contando ya con 66 años de edad salió de Cádiz el 9 de Mayo de 1502, con cuatro carabelas y 150 hombres, llevando a su lado a su hermano Bartolo y a su hijo Fernando de 13 años fruto de su segundo matrimonio. El 20 de Mayo tocó las Canarias; reconoció la isla de Martinica el 15 de Junio, desembarcó en Dominica; recorrió la costa meridional de Puerto Rico; paso por el sur de la Española, pero no desembarcó en ella porque Nicolás de Ovando le negó la entrada en el puerto y salió a Jamaica por su costa meridional. Exploró en seguida las costas del Darién y llegó a la isla de Guanaja a la cual llamó Isla de los Pinos en la costa de Honduras. De allí siguió a Punta Caxinas (Cabo de Honduras), desembarcó en Trujillo y tomó posesión de Honduras en nombre de los soberanos de España. Descendiendo después hacia el sur, reconoció toda la costa de América Central y de Colombia hasta el golfo de San Blas. Descubrió las comarcas de la Mosquitia, Nicaragua y Costa Rica.
Desde su descubrimiento, el territorio de Honduras se mantuvo intacto, hasta marzo de 1524, cuando Gil González Dávila se convirtió en el primer español en arribar a Honduras con propósitos de conquista. Éste fundó la villa de San Gil de Buena Vista y se internó en territorio hondureño pacificando a los indios, luchando contra los españoles que le disputaban el territorio, así como también; esperanzado en encontrar el desaguadero del lago de Nicaragua.[10] Luego, Hernán Cortés movido por los informes que había recibido sobre la gran riqueza del país, envió dos expediciones; una por tierra y otra por mar. Encargó la primera a Pedro de Alvarado y la segunda a Cristóbal de Olid. Pero este último, le traicionó. Por este motivo, Cortés salió de México, a la cabeza de una expedición que duró cerca de dos años y terminó, tras miles de peligros y privaciones, en Trujillo.
Hernán Cortés fue uno de los conquistadores de Honduras
Al llegar a Honduras, Cortés introdujo el ganado y fundó la ciudad de Natividad de Nuestra Señora, cerca de Puerto Caballos. El 25 de abril de 1526, antes de regresar a Mexico, Cortés, nombró a Hernando de Saavedra, gobernador de Honduras y dejó instrucciones de darles buen trato a los indígenas.El 26 de octubre 1526, Diego López de Salcedo, fue nombrado por el emperador como gobernador de Honduras, en substitución de Saavedra. La siguiente década estuvo marcada por las ambiciones personales de los gobernantes y los conquistadores interfiriendo con la organización gubernamental. Los colonos españoles se rebelaron en contra de sus líderes, y los indios se rebelaron contra sus patrones, y contra los malos tratos.
Salcedo, en procura de enriquecerse, tuvo serios enfrentamientos con Pedrarias, gobernador de Castilla del Oro, quien por su lado, deseaba a Honduras como parte de sus dominios. En 1528 Pedrarias, arrestó a Salcedo y le obligó a ceder parte del territorio hondureño, pero el emperador rechazó el acuerdo.[11] Luego de la muerte de Salcedo en 1530, los colonos se convirtieron en árbitros del poder. Ponían y sacaban gobernadores. Ante esta situación, los colonos solicitaron a Pedro de Alvarado poner fin a la anarquía. Con la llegada de Alvarado en 1536, el caos disminuyó, y la región quedó bajo autoridad.
En 1537, Francisco de Montejo fue nombrado gobernador. Al llegar a Honduras, anuló las reparticiones de tierras hechas por Alvarado. Su capitán, Alonso de Cáceres, fue el responsable de sofocar la revuelta india de 1537 y 1538, dirigido por el cacique Lempira. En 1539 Montejo y Alvarado tuvieron serios desacuerdos sobre la región lo cual, llamó la atención de la Consejo de Indias. Montejo se fue a Chiapas, y Alvarado se convirtió en gobernador de Honduras.[12]
Período colonial
Fortaleza de San Fernando, Omoa
Fuerte de San Cristóbal en Gracias, Lempira
La derrota de Lempira, el establecimiento del obispado, por primera vez en Trujillo, y después en Comayagua, así como el fin de la lucha entre las facciones rivales españoles contribuyeron a la colonización y al aumento de la actividad económica de Honduras, en la década de 1540. Se desarrollaron en el país, una variedad de actividades agrícolas, incluyendo la cría de ganado y por un tiempo, la recolección de grandes cantidades de zarzaparrilla. Pero la actividad económica más importante de Honduras del siglo XVI fue la exportación de oro y plata.
La actividad minera le dio a Gracias tal importancia, que en 1543 se convirtió en la capital de la Audiencia de los Confines, creada por Carlos I y que abarcaba toda Centroamérica. Esta decisión creó resentimiento en los centros más poblados de Guatemala y El Salvador. En 1549, la capital de la Audiencia fue trasladada a Antigua, Guatemala y así Honduras fue gobernada por esta Audiencia hasta 1552 y después pasó a depender de la Capitanía General de Guatemala.
En 1540 se descubrió oro y plata en el valle del Río Guayape. Esto contribuyó al declive de Gracias y al ascenso de Comayagua como principal centro de Honduras. La demanda de la mano de obra aumentó, y esto aceleró la decimación de la población nativa. Como resultado de esto, fueron introducidos en el país los esclavos provenientes de África. Otros depósitos de oro fueron encontrados cerca de San Pedro Sula y el puerto de Trujillo.
La producción minera comenzó a declinar en 1560, y con ello la importancia de Honduras. A comienzos de 1569, nuevos descubrimientos de plata revivieron brevemente la economía, lo que llevó a la fundación de Tegucigalpa, que pronto comenzó a rivalizar Comayagua como la ciudad más importante de la provincia. El auge de la plata alcanzó su punto máximo en 1584, y la depresión económica regresó poco después. Esfuerzos de minería en Honduras, se vieron obstaculizados por la falta de capital, mano de obra y las dificultades del terreno. El mercurio, vital para la producción de plata, era escaso, además de la negligencia de los funcionarios.


Piratas europeos atacaron de forma frecuente los poblados del Caribe hondureño
Uno de los grandes problemas para los gobernantes españoles de Honduras, fue la actividad de los ingleses en el norte de Honduras. Estas actividades comenzaron en el siglo XVI y continuaron hasta siglo XIX. En los primeros años, piratas europeos atacaron de forma frecuente los poblados del Caribe hondureño. En 1643 una expedición Inglesa destruyó la ciudad de Trujillo, el principal puerto de Honduras. Además, los ingleses hicieron enormes esfuerzos para implantar colonias a partir del siglo XVII en las Islas de la Bahía y el norte de Honduras con la ayuda de los Sambos y los Misquitos quienes atacaban los asentamientos españoles.
A principios del siglo XVIII, la dinastía borbónica, vinculados a los gobernantes de Francia, sustituyeron a los Habsburgo en el trono de España. La nueva dinastía, inició una serie de reformas en todo el imperio, diseñado para hacer la administración más eficiente y rentable, y para facilitar la defensa de las colonias. Entre estas reformas se observó una reducción en el impuesto sobre los minerales preciosos y en el costo de mercurio, que era un monopolio real. En Honduras, estas reformas contribuyeron al resurgimiento de la industria minera en la década de 1730. Bajo los Borbones, el gobierno español hizo varios esfuerzos, para recuperar el control sobre la costa del Caribe.
En 1752, fue construido el fuerte de San Fernando de Omoa. En 1780, los españoles regresaron a Trujillo, que comenzó a desarrollarse como base de operaciones contra los asentamientos británicos hacia el este. Durante la década de 1780, los españoles recuperaron el control sobre las Islas de la Bahía y sacaron a la mayoría de los británicos y sus aliados de la zona de Río Negro. La Convención anglo-española de 1786, dictó el reconocimiento definitivo de la soberanía española sobre la costa del Caribe.
Independencia
José Cecilio del Valle
La independencia de Honduras giro alrededor de los acontecimientos de las demás provincias de Centroamérica y principalmente de los sucesos en México y España. La invasión francesa a España en 1808, que destronó al rey Fernando VII creó un caos político en la península ibérica. Los españoles se rebelaron en contra de el invasor, y se negaron a reconocer al francés José I como su nuevo monarca. Esto los llevo a convocar a una asamblea nacional constituyente en la cual se promulgó la Constitución de Cádiz en 1812. A través de la Constitución de Cádiz se estableció el sufragio universal, la soberanía nacional, la separación de poderes, la libertad de prensa, acordaba el reparto de tierras y la libertad de industria, entre otras cosas.
Estos cambios repercutieron en Centroamérica. En 1811, "los curas de San Salvador, doctor don Matías Delgado y don Nicolás Aguilar, los dos hermanos de este don Manuel y don Vicente, don Juan Manuel Rodríguez y don Manuel José Arce, fueron los primeros promotores de la Independencia del Antiguo Reino de Guatemala; con ese fin el 5 de noviembre, hicieron estallar una conspiración contra el intendente de la provincia don Antonio Gutierrez Ulloa: su objeto era apoderarse de tres mil fusiles nuevos que se encontraban en los almacenes de armas y de mas de doscientos mil pesos que existían en las cajas reales, proponiéndose con estos recursos, dar el grito de libertad. Pero ese movimiento revolucionario, secundado poco después en Nicaragua, no tuvo éxito alguno."[13] Mientras tanto en Honduras, las autoridades españolas recurrían a la perpetuidad en el poder para ahogar la causa independentista.
"En 1813 varios patriotas distinguidos, entre ellos don Juan Barrundia, celebraban juntas en el edificio de Belén de Guatemala, en las que se trato de los medios de obtener la independencia." Descubiertas esas reuniones por los espías del capitán general de Guatemala, "Bustamamante, se levantó un proceso que puso a varios de los conspiradores en prisión, otros se ocultaron y algunos emigraron al extranjero". Desde esta conjura, no ocurrieron en Centroamérica hechos trascendentales con respecto a la independencia.[13]
Manuel José Arce
En 1818, el implacable José Bustamante quien había suprimido con éxito, la causa independentista, dejó el poder y le sustituyó Don Carlos Urrutia. Según el historiador Ramón Rosa, durante el gobierno de Urrutia los independentistas "ganaron terreno", pero su empuje fue mas vigoroso en 1820 cuando el rey de España Fernando VII se vio forzado a restablecer la constitución de 1812 que el mismo había suspendido. A raíz de esto, se declaró en Centroamérica la libertad de prensa. El doctor Pedro Molina Mazariegos de tendencia radical fundó "El Editor Constitucional" a través del cual promovió la independencia. José Cecilio del Valle por su parte, fundó "El Amigo de la Patria" periódico en el que combatió las ideas políticas de Molina. El 9 de marzo de 1821 llego al poder el sub-inspector del ejército Don Gabino Gaínza, un hombre de edad avanzada y de carácter muy débil.
Mientras tanto en México, la revolución obtuvo un completo triunfo y a través del Plan de Iguala declaró su independencia total de España el 24 de febrero de 1821. Este hecho desconcertante para las autoridades españolas, sirvió de estimulo para los independentistas centroamericanos. La presión ejercida por estos, obligó a la diputación provincial a solicitar a Gaínza una reunión para discutir el difícil tema de la independencia. Gabino Gaínza entonces, atendiendo este llamado, reunió una junta de notables compuesta por el señor arzobispo, diputado, jefes militares, los prelados de las órdenes religiosas, y empleados de hacienda. En aquella memorable reunión presidida por el mismo Gaínza, los presentes externaron con libertad su opinión.
El señor José del Valle tomó la palabra y en un largo discurso demostró la necesidad y la justicia de la independencia, pero manifestando que, para proclamarla primero debía oírse el voto de la Provincias. Sin embargo, el pueblo que asistía a tan importante acto pidió a voces la independencia, y ésta fue proclamada el 15 de septiembre de 1821. José del Valle redactó aquel memorable documento, así mismo también redactó el Manifiesto que publicó el Capitán General Gaínza sobre el gran suceso de la independencia. "En el Acta de la Independencia se fijaron las bases de un nuevo régimen: se determino que se eligiesen por las Provincias, Representantes para formar el Congreso de la nación, al que debía corresponder la fijación de la forma de gobierno," y la formación de la constitución.
Anexión a México
La alegría de la independencia centroamericana duró muy poco. El 28 de noviembre de 1821 Agustín de Iturbide propuso a Gabino Gaínza la anexión a México, argumentando que Centroamérica carecía de elementos necesarios para asegurar su autonomía, para librarse de la amenaza extranjera, y para constituirse como nación. Él proponía a los centroamericanos formar un gran imperio con México, bajo el Plan de Iguala y los tratados de Córdoba.
Con el propósito de presionar por la anexión, Iturbide anunció el envió de tropas mexicanas Centroamérica. A raíz de esta situación, surgieron dos alianzas : Los anexionistas, compuesto en su mayoría, por las familias ilustres y miembros del partido conservador. Los independentistas, conformado por los liberales. En Honduras, había una marcada división entre Comayagua, por la anexión, y Tegucigalpa, por la independencia.[14] Gabino Gainza tras recibir el comunicado de Iturbide, reunió en el acto a la Junta Consultiva. En esa reunión se acordó imprimir una circular para que los ayuntamientos en cabildo abierto recabasen el voto del los pueblos con respecto a la anexión en un plazo muy breve.
El 5 de enero, se reunió nuevamente la Junta Consultiva, con el fin de determinar de una buena vez el asunto de la anexión.[15] Se hizo el escrutinio de los votos recibidos y resultó que faltaban todavía el voto de 68 ayuntamientos. Sin embargo, en los votos recibidos no existía una definición clara del deseo de cada uno de los pueblos. Las declaraciones se repartían en aceptar la anexión, dejar que el Congreso decidiera, aceptar la anexión bajo condiciones, o aceptar la decisión de la Junta Consultiva.[15]
Luego se produjo el debate en el cual José Cecilio del Valle se opuso enérgicamente a la anexión,[16] argumentando que aún con todos los inconvenientes existentes, Centroamérica era una nación grande, y que contaba con los recursos naturales, y el material humano para salir adelante. Pero vanos fueron sus esfuerzos, porque la mayoría de la Junta Consultiva, liderada por Gabino Gaínza, e influenciada por los conservadores, determinó que Centroamérica no tenía los elementos suficientes para constituirse como nación independiente. Ellos concluyeron que si el país quería gozar de los beneficios de la paz y de la libertad, debía unirse al imperio de Iturbide. Fue así como estos declararon la anexión del antiguo Reino de Guatemala a México.[17]
Siglo XVI
Fortaleza de San Fernando de Omoa: Construida por los españoles para defenderse de los piratas.
efinales de los años 1530; un defensor nativo Lempira (líder de los Lenca) es ahora considerado un héroe nacional. Los españoles comenzaron a fundar establecimientos a lo largo de la costa y Honduras quedó bajo el control de la Capitanía General de Guatemala. Las ciudades de Comayagua y Tegucigalpa se desarrollaron como los primeros centros mineros.
La ventaja que le permitió a los españoles vencer fue su gran organización, las armas de fuego y el uso de esclavos africanos.
Después de la conquista, Honduras pasó a formar parte de la Capitanía General de Guatemala. En la ciudad de Gracias o Gracias a Dios como fue fundada, fue sede de la Real Audiencia de los Confines por un tiempo, ya que fue trasladada a Guatemala.
Siglo XVII
A principio del siglo XVII la zona norte de Honduras fue invadida por holandeses, franceses e ingleses. Las islas de la bahía se convirtieron en la base de muchas agrupaciones de piratas que robaban a los barcos españoles.
El navegante Cristóbal Colón, el día 14 de agosto de 1502, durante su cuarto y último viaje al nuevo mundo, arribó por primera vez en el nuevo continente, en el lugar de la Bahía de Trujillo. Fue allí donde se celebró la primera misa en las Américas. Después de quedarse impresionado por la belleza de la bahía, la laguna y las montañas, Colón siguió hacía el sur a lo largo de la costa caribeña de América Central en busca de una ruta hacia el oeste.
Después don Hernán Cortés, "conquistador del Imperio Azteca" establecido en México, mandó al Capitán Cristóbal de Olid a que fundara una ciudad en el área de Honduras. En el 1524 Olid aterrizó en un área al este de Puerto de los Caballos, a la cual llamó Triunfo de la Cruz. Sin embargo, en aquel entonces, Olid no tenía ninguna intención de ser el subordinado de Cortés de modo que procedió a explorar y ocupar el área para su propia conquista. Cuando Cortés se enteró de la intención de Olid, él formó una segunda fuerza armada bajo la dirección de un familiar por matrimonio, Francisco de las Casas. La nueva fuerza llegó a Triunfo de la Cruz, lo cual consternó mucho a Olid.
Después de que muchas de las fuerzas de las Casas se perdieron en una tempestad, y después de luchar contra otras fuerzas españolas que llegaron desde Nicaragua, y después de disputas entre ellos mismos, de las Casas logró controlar la población y los colonizadores aceptaron la autoridad de Cortés.
Ya que el puerto de Triunfo de la Cruz no era adecuado, se decidió restablecer el pueblo y llamarlo Trujillo. Para aquel entonces, las Casas tenía ganas de volver a Nueva España de modo que nombro a Juan López de Aguirre como su teniente y le otorgó el poder de efectuar la transferencia del pueblo a un sitio mas adecuado. Aguirre y la mitad de sus fuerzas viajaron por mar a la Bahía de Trujillo pero antes de que los demás llegaran por tierra, el tomó su barco y se fue sin jamás regresar. Los que llegaron por tierra fundaron el pueblo de Trujillo y en mayo del ano 1525, seleccionaron a un funcionario de justicia municipal llamado Medina. Así fue que se fundó el pueblo de Trujillo (The Conquest and Colonization of Honduras 1502-1550), Robert S. Chamberlain, pp 12-15 (1966).
Mientras tanto Cortés empezaba a preocuparse sobre las peleas tomando lugar entres los Españoles mismos y decidió viajar por tierra por el área desconocida entre la Ciudad de México y Honduras. Eventualmente y después de un viaje casi heroico, Cortés llegó a Honduras y luego a Trujillo. Iba ayudando a que Trujillo y el resto del área mejor se establecieran. Mandó barcos a Cuba y Jamaica a buscar animales domésticos, plantas para cultivar y otras provisiones. Cortés se quedó en Trujillo bastante tiempo y mandó a sus subordinados a otras áreas para controlar los caciques (jefes de las poblaciones indígenas) para así lograr un nivel de estabilidad y seguridad en la ciudad.
En agosto de 1545, Pedraza volvió a la colonia que había ayudado a establecer como el primer obispo de Honduras-Higueres. El obispo se quedó en Trujillo hasta que se transfirió a Comayagua en el 1560 (The conquest and Colonización de Honduras 1502-1550), Robert S Chamberlain, pp 243-244, (1966).
Luego, como punto de envío de la plata y el oro minados en el interior, Trujillo, debido a su población esparza y aislamiento, se volvió un blanco favorito de los piratas. Aunque la fortaleza (de la cual una parte sigue en existencia en la orilla de la barranca de la ciudad) proporcionó algo de protección, no fue suficiente para defender a los ciudadanos de un ataque determinado lanzado desde el mar.
La fecha exacta de la construcción de la fortaleza sigue en cuestión. Hay evidencia de que en el 1550, el ingeniero militar Juan Bautista Antonelli, famoso por sus diseños de fortalezas, terminó un diseño para la construcción de una fortaleza en Trujillo. Otras fuentes indican que se construyó una fortaleza en Trujillo entre los años 1607-1629. Lo que sí es cierto es que una vez construida, la fortaleza enfrentó una serie de ataques por los piratas
Trujillo fue atacado por los holandeses en el 1632, por los Francés en el 1633 and por los Ingleses en el 1672 y el 1689. El pueblo fue encendido por los franceses en el 1622, por los Holandeses en el 1634 y por otros en 1787, 1794 y 1797. Proyecto de Restauración y Consolidación de Fortaleza de Santa Bárbara de Trujillo, Instituto Hondureño de Antropología e Historia, 1994. A finales del siglo XVII, Guanaja y especialmente Roatan se volvieron nidales predilectos de los piratas. En su libro, The Lost Fleet el escritor Barry Clifford refiere a la convocación de piratas en Roatan en el año 1683 como “uno de los eventos extraordinarios en la historia de los piratas. Casi todos los piratas más temidos de la época allí estuvieron---entre ellos se encontraban el Chevalier de Grammont, Laurens de Graff, Nikkolaas Van Hoorn, Yankey Willems, Michiel Andrieszoon, Pierre Bot and Jean Foccard. Era una de las agrupaciones más grandes de piratas que jamás había y claramente muestra que los españoles estaban en una situación difícil. Claro que era imposible maniobrar los envíos marítimos entre casi 1000 piratas localizadas a menos de 50 millas. El saqueo de Vera Cruz era la culminación de la convención de piratas en Roatán---no se necesitaba una flota tan grande de piratas para derribar el pueblo de Trujillo.
Hoy en día existe tan sólo aproximadamente 50% de la fortaleza original. Desde 1920 a 1959 se utilizaba la fortaleza como prisión. Hoy en día dispone de una vista maravillosa de la bahía y desde arriba, donde se encuentran los cañones, uno puede imaginarse la ansiedad que los residentes deben haberse sentido al ver en la distancia las velas de los barcos cuando entraban a la bahía.
Finalmente, el resultado de los ataques constantes forzó a los españoles a abandonar el pueblo en el siglo XVIII. Hasta que los países centroamericanos lograron su independencia en los años 20 del siglo 19, el pueblo estaba casi abandonado. Sin embargo, en el siglo 19, Trujillo resurgió y una vez más prosperó. La evidencia del renacimiento económico se ve en los segundos pisos de los edificios en el distrito central de negocios los cuales se renovaron en el estilo francés colonial de la época. La apariencia mezclada del español con el francés brinda a Trujillo su propia distinción arquitectónica agradable.
Antes de que se cumpliera el siglo 19, sin embargo, otro capítulo más en su historia se tuvo que realizar. El último de los piratas/aventureros, William Walker, apareció en Trujillo. Después de lograr el control del gobierno en Nicaragua, e intentar hacer lo mismo en Costa Rica y Honduras, él fue capturado en Trujillo, allí lo colgaron y enterraron. Se puede visitar el lugar donde fue preso igual que su tumba.
Quizás a los visitantes les interesa saber que William Sídney Porter, mejor conocido como O. Henry, a principios del siglo pasó un tiempo en Trujillo igual que en las islas de la bahía. Nadie me ha indicado ninguno de los lugares donde quizás haya vivido pero si se lee su colección de cuentos en Cabbages y Kings, muchos toman lugar en una tierra tropical imaginaria llamado “Anchuria.” No sería difícil imaginar el grupo desorganizado de gringos conviviendo en el trópico, jugando billar y tomando trago en cantidad, mientras el calor y las brisas tropicales mandaban a los demás a sus hamacas ya que hoy en día es la misma historia. Quizás usted quiera conseguir una copia para traer cuando visite a Trujillo.
Siglo XVIII
A fines del siglo XVIII Honduras (llamada Comayagua en esa época, por el nombre de la ciudad que era entonces su capital) fue erigida en Intendencia a fines del siglo XVIII, mediante la unificación de varios corregimientos y alcaldías mayores.
Liberalizar el comercio y sustituir el viejo monopolio de la metrópoli fue una tendencia de la economía impulsada por los Borbones. Ya no sólo Sevilla sino todos los puertos españoles entraron al comercio americano; se intensificó el comercio intercolonial y otras potencias, Francia en primer término, pero también Holanda e Inglaterra, fueron admitidas en mayor proporción al trasiego de productos con las provincias españolas. Aumentaron en importancia puertos americanos como Buenos Aires y Caracas.
Para la intendencia de Comayagua, sin embargo, sus asuntos económicos no recibieron suficiente apoyo por parte de las autoridades centrales.
Hasta fecha tan tardía como 1816 se resolvió a favor de Comayagua que los ingresos de las aduanas de los puertos de la costa hondureña, Trujillo y Omoa, fueran administrados por Honduras y no por Guatemala, que era, bajo protesta hondureña, la disposición que durante todo el tiempo anterior había prevalecido. Tanto Honduras como El Salvador, y las otras provincias, resintieron los privilegios otorgados al Consulado de Guatemala. El Consulado equivalía a lo que hoy llamaríamos la Cámara de Comercio de la capital; de suyo, durante toda la colonia el comercio había sido controlado por los empresarios guatemaltecos, y las reformas vinieron a darle una ratificación a ese predominio, con evidente disgusto en las otras provincias.
La teoría fisiócrática imperó entre los economistas del siglo XVIII. Según ésta, la principal riqueza a fomentar era la producción agrícola. No es de extrañar que los informes del momento en torno a la economía hondureña abunden en conclusiones negativas. Honduras se había distinguido por su producción minera y ganadera, no por su producción agrícola comercial, como existía en Guatemala y El Salvador alrededor de las plantas tintóreas. Debido a eso se impulsó en Honduras el cultivo del jiquilete, para la obtención de añil y producir tinturas, y de manera muy especial el cultivo del tabaco en los Llanos de Santa Rosa (Copan).
La Ilustración promulgó el culto a la razón pero las últimas décadas del siglo XVIII vieron acrecentarse la violencia. Se respiran aires militares. En Honduras se forman cuerpos de ejército como el Batallón de Olancho. Cuando las colonias norteamericanas se alzaron en rebeldía contra Inglaterra, las potencias enemigas de los ingleses —Francia y España— resolvieron ayudar a aquellos patriotas insurgentes. España creó acciones de hostigamiento en Florida para mantener ocupados a los ingleses. Otra acción importante tuvo lugar en Honduras: el Capitán General Matías de Gálvez decidió expulsar a los ingleses de Roatán. Se convocó un fuerte contingente armado, con soldados provenientes de Gracias, Comayagua, Tegucigalpa y Olancho; nunca se había visto en la comarca semejante esfuerzo bélico que, momentáneamente, fue exitoso, pues los ingleses fueron desalojados de Roatán y de los establecimientos comerciales que controlaban en la costa hondureña.
Las reformas borbónicas tuvieron éxito en impulsar la economía de las colonias, pero también causaron efectos políticos negativos para el dominio español. Los criollos sintieron que se acrecentaba su capacidad para desarrollar sus países de origen, al tiempo que aumentaba su indignación por la discriminación y la rigurosidad de que eran objeto por parte de las autoridades metropolitanas. Se intensificaron las disputas y competencias regionales, entre El Salvador y Comayagua con respecto a Guatemala. Las medidas no fueron siempre consecuentes: por ejemplo, la supresión y restablecimiento en Honduras de la Alcaldía Mayor, la liberalización del comercio y la ratificación de privilegios para el Consulado de Guatemala. Por último, el ciclo de guerras que hacia el final de siglo hace estragos en Europa disloca al comercio colonial y afecta una prosperidad que iba en aumento, obligando a los habitantes de este continente a preguntarse por la lógica de seguir bajo el dominio europeo. La sociedad hondureña en vísperas de la Independencia Conocer cuántos habitantes, de qué categoría, a qué se dedican y qué producen, o sea llevar una estadística depurada de la población fue, también, objetivo de las autoridades borbónicas.
El Obispo Fray Fernando de Cadiñanos, en 1791, y el Gobernador Intendente, Coronel Ramón Anguiano, en 1801, levantaron censos de la provincia. El análisis de estos documentos nos arroja una población total para Honduras, en vísperas de la Independencia, de entre 130 mil a 150 mil habitantes. De hecho, el número de pobladores prácticamente no había crecido durante el largo período colonial pero, cualitativamente, un nuevo tipo de sociedad se ha ido conformando. De este volumen demográfico: 4% son africanos 6% son blancos o españoles 30% son indígenas. 60% son mestizos.
Los africanos: Menos de 6000 personas. Ingresaron durante el siglo XVI como esclavos para componer caminos y trabajar en las minas. Pero su encarecimiento detuvo su compra regular en el siglo XVII. Los primeros en arribar quedaron absorbidos en el mestizaje. En el siglo XVIII tienen categoría de esclavos domésticos: cocineros, amas de llave, niñeras, caballerizos. Son frecuentes las manumisiones, de modo que en la cifra total hay que consignar un buen número de africanos libertos. A fines del siglo XVIII quedaron asentados en el censo los Garífunas, establecidos en el litoral costero luego que los ingleses desocuparon obligadamente Roatán.